Primeras noticias de Lastanosa


Ése es el motivo de que yo vaya allí, a contar con otros colegas cosas sobre lo que Lastanosa tuvo e hizo. Mi papel se limita, claro está, a los jardines. Pero en el recorrido prepatorio de mi intervención, han ido formulándose ideas y apareciendo cuestiones que merecerán algunas entradas en esta, un tanto descuidada, bitácora.
Ya anticipé que algo de todo esto tendría que contar. Pero, hoy, antes de viajar a Huesca (viajar, aquí, es un término un tanto pretencioso porque Huesca no queda lejos de La Rioja) dejo apuntadas, para quien pase y lea, algunas de las sugerencias que me han ido apareciendo a lo largo del camino. Que exigirán nuevas lecturas y nuevas reflexiones y, como digo, nuevos comentarios aquí.
No parece que Lipsius y su neoestoicismo tuvieran mucho que ver con Lastanosa. Pero es sugerente que sus libros políticos y su De constancia estuvieran en la biblioteca del aragonés. En ella había también algunos libros de agricultura y arquitectura que requerirán algún comentario, entre ellos la Agricultura general de Alonso de Herrera y la Agricultura de jardines de Gregorio de los Ríos. Y, finalmente, lo que no agota las posibilidades, hay algunos aspectos inexplorados en los jardines lastanosinos que requieren otros enfoques. Muy concretamente habría que responder a la pregunta ¿existe alguna posibilidad de situar, e incluso saber algo in situ de, los jardines que tuvo Lastanosa, hoy desaparecidos? La pregunta, a primera vista, parece que tiene una sola respuesta. Pero no hay que dejarse engañar: podría ser "sí". Volveré de Huesca y volveré sobre ello.