jueves, 26 de abril de 2007

Utopías y jardines

Inicio aquí un tema que me parece de importancia y que, creo, se ha tratado poco de un modo riguroso desde el punto de vista del jardín. Las ideas que siguen deben tomarse sólo como introducción, y leve, al asunto. Habrá, pues, que volver sobre ellas.

Cualquier estudiante de filosofía sabe que "utopía" es un término utilizado con sentido por vez primera por Thomas More en su libro homónimo, Utopía. Ha pasado a ser lugar común que una utopía es algo irrealizable lo que, si bien es una ampliación de su campo semántico, contribuye a oscurecer algo su sentido originario. Porque útopos es lo que no es lugar, lo que no tiene sitio, lo que no está en parte alguna (Muguerza ha reflexionado sobre el asunto y nos ofrece una idea paralela, a saber, que tampoco existe en el tiempo, que todo útopos es un úcronos). Pero en todo caso, el sentido está claro en general para todo el mundo.

Lo que ya no está tan claro es que un jardín sea una utopía y basta un par de preguntas para hacer temblar esa afirmación. Por ejemplo: si un jardín es una utopía, ¿cómo es que encontramos jardines por todas partes? Se puede contestar que lo que se busca es reproducir la utopía, pero en tal caso hay que tener en cuenta que la pregunta se hace acerca de la idea motriz, no de los resultados prácticos que la imitan. Y si sólo se trata de la idea de una utopía ¿no será que el jardín como tal no es más que una idea cuyas realizaciones concretas son pobres y torpes imitaciones... de qué?

Pero este es el enfoque fértil. Claro que no existe una utopía: desde el momento en que se hace real, deja de ser utópica. Por lo tanto, el jardín se mueve en un terreno de "sí-no", oscilante, cambiante y por ello fecundo, tanto para el arte como para el pensamiento. A este tipo de utopías, las ha denominado Foucault "heterotopías" en un intento de calificarlas de espacios heterogéneos, de lo que podríamos llamar espacios "raros". Considerar al jardín dentro de esta categoría es una buena manera de abordar algunos aspectos liminares del jardín, como por ejemplo el de la propiedad de la tierra que lo alberga. Y consecuentemente el aspecto del ideario, que me parece clave para entender la evolución del jardín.

[La imagen es una xilografía de Ambrosius Holbein para la edición de Utopía del año 1518. Representa al viajero Raphael Hythloday en la esquina inferior izquierda en el acto de describir a su interlocutor la isla de Utopía, que se muestra esquemáticamente sobre él]

1 comentario:

Ibis Azul dijo...

Gracias por este espacio para la reflexion sobre la relación humano-naturaleza. Actualmente escribo sobre la contaminación como forma de violencia expresada en los mitos ancestrales y tu reflexion me nutre ¿como puedo citar este ensayo?

Gracias por tus aportes

Att: Catalina

catalinam6@gmail.com